Cómo el liderazgo y la humildad transforman a las empresas y comunidades
Chelminsky comparte un enfoque renovado y humanista sobre el liderazgo empresarial. Su conferencia, llena de experiencias personales y valiosas lecciones, nos invita a reflexionar sobre los valores fundamentales que definen el éxito tanto en los negocios como en la vida cotidiana. Si te interesa aprender cómo lograr una empresa más sólida, humana y resiliente, sigue leyendo.
Un nuevo enfoque para dar conferencias
Adina comenzó su charla contándonos sobre su propio inicio como conferencista. Reveló que, en sus primeros años, buscó en Google “consejos para dar una conferencia exitosa” y adoptó un estilo basado en el “discurso corto, final impactante”. De hecho, utilizaba esta misma fórmula hasta para regañar a sus hijos: ¡regaños breves con un final que dejara huella! Sin embargo, hoy en día, ella misma ha roto con esta estructura y comenzó a hablar desde el final. Esto nos invita a reflexionar sobre la importancia de repensar nuestras formas de hacer las cosas.
Lo que hemos perdido: el valor de la conversación
En un mundo cada vez más digital y polarizado, Adina nos recuerda lo que hemos perdido: la capacidad de diálogo. Hoy, las redes sociales nos conectan, pero también nos desconectan de la verdadera conversación, de cuestionarnos lo que vemos y escuchamos. Nos plantea un desafío vital: ¿cómo podemos restablecer puentes entre nosotros y fomentar un diálogo más genuino?
Según Adina, las empresas no solo deben medirse por su capacidad de generar ingresos, sino por su habilidad para generar espacios de diálogo, respeto y entendimiento. En su visión, “mejores empresas hacen mejores comunidades”, y estas comunidades son la base de un México más fuerte, con valores sólidos y personas capaces de conversar con su vecino y aprender juntos.
El valor interno: más allá de lo superficial
Uno de los puntos más impactantes de su conferencia fue cuando tocó el tema del verdadero valor de una empresa: el valor intangible. Como ejemplo, mencionó la sal en una receta. Nadie se fija en ella, pero cuando falta, sabemos que algo no está bien. Así, el valor de una organización, ese intangible que muchas veces pasa desapercibido, solo se puede lograr con un equipo sólido que se encuentra en constante evolución.
El desafío es cómo lograrlo. ¿La clave? La responsabilidad compartida y la capacitación continua.
La humildad: el secreto de un buen líder
Adina también reflexionó sobre las cualidades que hacen a un buen líder. Nos compartió un concepto interesante de la Universidad de Harvard, que clasifica a los líderes en cinco niveles. El nivel más alto lo ocupan aquellos líderes que tienen una humildad personal y profesional excepcionales. Esta humildad, nos dijo, es un poder sutil que permite escuchar diversas perspectivas, incentivar el cambio y ser verdaderos catalizadores de crecimiento dentro de los equipos.
El liderazgo, según Adina, no se trata de saberlo todo, sino de ser capaz de reconocer que no tenemos todas las respuestas y, lo más importante, de delegar responsabilidades. La delegación no es solo un acto práctico, sino una manera de fortalecer equipos y hacer que cada miembro se sienta valorado y empoderado.
El fracaso: un aliado para el éxito
Otro aspecto fundamental en su charla fue el fracaso. Contrario a lo que muchos piensan, el fracaso no es un enemigo, sino una oportunidad de aprendizaje. Adina mencionó que los mejores equipos están formados por personas que han fracasado, pero que han aprendido de esos tropiezos. “No hay que tenerle miedo al fracaso”, dijo, "la única manera de evitar el fracaso es quedándonos en nuestra zona de confort, y esa es la peor forma de fracasar".
La relación con el cliente: el corazón de la empresa
Finalmente, Adina hizo una reflexión sobre lo que realmente da valor a una empresa: la relación con el cliente. No se trata solo de vender un producto, sino de ser una solución a los problemas de los clientes. Ese es el verdadero valor que las empresas deben buscar, y es a través de esta relación genuina que se construye una comunidad empresarial sólida.
Conclusión: Liderazgo con humildad y valor humano
La conferencia de Adina Chelminsky nos dejó una enseñanza poderosa: las empresas no solo deben ser eficientes, sino también ser gestoras de personas, de valores, y de diálogo. El verdadero éxito radica en cómo cultivamos esas relaciones, en cómo aprendemos a escuchar, a delegar y, sobre todo, a aprender de nuestros fracasos. Si deseas explorar estos temas más a fondo y descubrir cómo aplicar estos principios en tu vida profesional y personal, no te pierdas la conferencia completa. ¡Te aseguro que te inspirará a repensar tu enfoque hacia el liderazgo y las empresas!
Aquí te dejo su conferencia completa
¡Sigue creciendo, sigue aprendiendo y sigue soñando a lo grande! Te esperamos en el congreso CONTPAQi profit 2025 para inspirarte aún más.
